Y yo que pensaba que era tu vicio,
y tan solo era tu saco de boxeo.
Todo era tan perfecto,
que no me di cuenta
que me alejabas
de todo y de todos
Y poco a poco,
me fui quedando
AISLADA
y haciéndome
cada vez más
INSIGNIFICANTE
Golpes que no dejan
HUELLA,
moratones que no
se ven,
pero que hacen herida
en lo más hondo,
en el PENSAMIENTO
Y empiezas a tener
MIEDO
a salir, a ponerte
depende de que ropa,
hasta TERROR a
RESPIRAR
Cicatrices siempre
ABIERTAS,
imposibles de cerrar,
porque no se ven
y nadie las ve.
Y cuando ya crees
que no puedes salir
de la oscuridad,
llega un último
GOLPE,
el que te hace sangrar
aún más y dices
BASTA
Las heridas, no son
fáciles de cicatrizar;
de tanto en tanto se
reabren,
pero cuando empiezas
a respirar sin terror
acaban cicatrizando,
para acabar siendo un
RECUERDO
de algo que no se
volverá a repetir
8 de Agosto de 2019
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2 comentarios:
Es muy crudo,pero real y de una prosa preciosa,felicidades
Mil gracias!!!!
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