de nuestras vidas,
todos mendigamos.
Mendigamos una mirada,
mendigamos una sonrisa,
mendigamos un abrazo,
mendigamos una caricia.
Mendigamos palabras que,
a veces, no
fluyen.
Y seguimos mendigando
un mensaje, una
llamada.
Incluso, a veces,
mendigamos señales
de humo inexistentes.
Quien no haya mendigado
alguna vez,
que tire la primera
piedra
25 de Enero de 2018